Texto y fotos: Marlenis Castellanos. Las Palmas de Gran Canaria bienhallados@gmail.com
Keyla Torres Velásquez llegó Canarias en una fecha que es fácil de recordar: el 11-11-11.
Ella salió desde Venezuela hacia una isla donde apenas conocía a una amiga, quien, a su vez, le presentó a un chico con el que empezó a ganarse su sueldo, vendiendo productos de mascotas.
Trece años después de su arribo a España, hoy regenta un emprendimiento familiar y es una ilusionada creadora de un proyecto para apoyar a mujeres migrantes: la Fundación “Ellas Son. Asociación de Integración Socio Laboral para Migrantes y Empresarias (Aso Disole Mie).
¿” Qué puedo hacer para ayudar a la gente que llega a Canarias y tiene problemas para insertarse en el país de acogida?”, fue la pregunta a la cual le encontró respuesta en el Ciclo de Integración Socio Laboral, que realiza en la Fundación Ecca y que luego de tres años de estudio, le otorgará el título en Formación Profesional Superior.
La Fundación “Ella son…” tiene dos grandes objetivos: sacar de la economía sumergida a las migrantes ofreciéndoles habilidades para emprender y ayudarlas a alcanzar la conciliación familiar.
Un Premio la trajo a Canarias
Keyla visitó por primera vez la isla al resultar ganadora de un concurso de poesía, cuyo premio implicaba una entrevista en una emisora de radio y la publicación del poema en una revista llamada Bohemia, ambas situadas en Las Palmas de Gran Canaria. Al recibir la noticia en Venezuela, buscó en el mapa dónde quedaban las islas, compró su pasaje y así llegó a Gran Canaria, donde logró sobrevivir con 200 euros en el bolsillo por unos meses.
Recuerda que durante un tiempo se mantuvo trabajando como interna (trabajo en casas de familia), limpiando casas y hasta “limpiando culitos a señores que cuidaba”. Intentó vender tequeños, pero el paladar gastronómico en bares y restaurantes canarios no estaba preparado para probar la “tapa” venezolana en ese momento. “Duré meses comiéndome los 3 mil tequeños que compré a productos Araguaney”, recuerda con una divertida sonrisa.
Keyla fue directora, en la provincia de Las Palmas, de una empresa de joyas y cosméticos. Aunque le iba muy bien, decidió invertir junto con su hermano y su familia en una franquicia, cuyos creadores les sugirieron mudar su emprendimiento a la Comunidad Autónoma de Valencia puesto que allí reducirían a la mitad, el tiempo de retorno de la inversión. A los cuatro meses de estar en la península, llegó el COVID. Keyla, su familia y su negocio, no lograron salir ilesos de la pandemia.
Al terminar el confinamiento, regresaron a Las Palmas de Gran Canaria donde ella comenzó a trabajar en el área financiera, luego pasó al área hipotecaria y luego a la inmobiliaria. “La vida me volvió a hablar”, dice al resumir sus dos últimos años de emprendimiento: la inmobiliaria “Disueña tu casa”, empresa en la cual trabaja con su familia.
Keyla Torres Velásquez se muestra agradecida de sus logros y comenta que “en mi primera y segunda llegada a Canarias, nunca me sentí desplazada ni rechazada por la gente. Cuando migras, pasas por momentos difíciles y aceptas lo que la vida nos empieza a ofrecer”, explica para retomar su idea con la Fundación “Ellas Son…”:
“Llega un momento en el cual empiezas a creer en tí misma y en lo que eras antes de ser migrante. Yo comprendí que podía montar un emprendimiento y lo hice. Cuando empiezas a dejar de conformarte con lo que la vida te ofrece, comienzas a recodar quién eras. Eso es lo que aspiramos con este nuevo emprendimiento: ofrecer educación financiera y acompañar a las migrantes en su proceso de aprendizaje para que asuman que pueden salir adelante con su vida y recuperar la identidad que tenían en su país de origen”.
Facebook: Disueña Tucasa
Instagram: @disueñatucasa
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