Adriana Agudo Vicci/Asturias. Especial para Bienhallados/ Psicóloga venezolana
www.grupocieg.org
A pesar de lo que muchos creen, la añoranza en sí misma no es necesariamente algo “malo” para los migrantes. Es un sentimiento humano natural y comprensible cuando se deja atrás un entorno familiar y culturalmente significativo.
La nostalgia puede ser una expresión de amor, conexión y aprecio por el país de origen y las personas que se dejaron atrás. Piensa que si añoras es porque eso era bueno. Como ocurre cuando los padres añoran a sus hijos que se independizaron, o cuando ahora recuerdas a los compañeros y el sistema del trabajo que dejaste por otro.

En estos momentos te toca añorar las costumbres, los olores, los paisajes, tu gente y todo lo que significa tu país de origen. Es “morriña”, como dirían los gallegos, una palabra que nos encanta. Tienes morriña.
¿Qué es lo que ocurre realmente con la añoranza por tu país? Que no estás en lo que fue tu hogar, considerando tu hogar a todo el país. Evocas con frecuencia lo que fue, lo que tenías y con quién estabas. Esa sonrisa que junto a la tristeza te asaltan cuando hablas o lo recuerdas, ese anhelo por volver. Eso es lo que ocurre. Como se trata de sentimientos, recuerdos y emociones, como en este caso la melancolía, notarás que la intensidad y la forma en que se experimenta pueden variar entre personas y situaciones.
¿Es malo sentir añoranza? La añoranza no es mala. Todo lo contrario, dale una nueva orientación y obsérvala como buena. Ella te hace recordar y desear aquello que dejaste, y si eso ocurre, es porque fue una buena etapa en tu vida. Eso no puede ser malo.
Otra situación muy diferente es que la añoranza se quede en ti de manera permanente, convirtiéndose en una profunda e inconsolable tristeza. En un estado en el que no deseas nada más que volver y no te sientes motivado a iniciar tu nuevo camino.
Esa añoranza persistente sí que puede traerte algunas dificultades en tu proceso de adaptación, pues puede conducir a aislamiento y ser una traba para el arraigo.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre mantener el vínculo emocional con tu país de origen y abrirse a la experiencia de la vida en otra nación. Por esa razón te traemos algunas recomendaciones para vivir sanamente la nostalgia.
Recomendaciones para vivir sanamente la añoranza
- 1. Reconoce y valida tus sentimientos: Permítete sentir la “morriña”. Comprende que es una parte natural del proceso de adaptación. Reconoce tus emociones y no las rechaces. Irá abandonándote poco a poco.
- 2. Experimenta nuevos caminos, estudios, trabajo, amigos, experiencias propias del país que elegiste. Este paso es fundamental en tu proceso de adaptación. Aunque tus recuerdos y los sentimientos por tu familia y amigos sigan presentes, siempre hay espacio para que entren nuevas personas y momentos. Estas nuevas experiencias harán que la nostalgia que sientes por tu país la vivas en positivo y se transforme con el tiempo.
- 3. Conoce tu nuevo destino. Camina por sus calles, aprende sus costumbres, prueba su comida, preparalas en casa, incorpora a tu vocabulario las nuevas palabras que seguro habrá; al final, vives allí y debes hacerte comprender ¿qué razón hay para no hacerlo? Disfruta sin comparar, este lugar no es ni mejor ni peor, solo es diferente. Siente la alegría por formar parte de él. El nuevo país es ahora tu hogar. Trátalo y acéptalo. Explora, vive, prueba, hazlo divertido, es una aventura.
- 4. Una sugerencia que da buenos resultados es crear una red de apoyo. Seguro que cerca de casa tienes grupos de migrantes que desean compartir estos sentimientos. Conectar con personas que tienen experiencias similares puede brindarte un espacio de aprendizaje y esparcimiento.
- 5. Mantente en contacto con tu gente. Aprovecha la tecnología para conservar la comunicación con tu familia y los amigos que dejaste. Estos gestos acortan las distancias físicas y te sentirás más acompañado. Busca un equilibrio saludable entre honrar tus raíces culturales y abrirte a nuevas experiencias en este otro país de destino. Si lo prefieres mantén presente tus tradiciones y costumbres, pásalas a tus hijos, pero también permítete explorar y aprender de la nueva cultura. Si la melancolía se vuelve abrumadora y afecta negativamente tu bienestar emocional o te sientes ansioso en ocasiones, es recomendable buscar apoyo profesional que te permita explorar y gestionar tus sentimientos de manera más efectiva.
Usa estas sugerencias como un protocolo de adaptación y marca cada casilla con un “check” a medida que vayas gestionando cada recomendación. Y cuéntanos. No nos olvides.
Estamos deseosos de conocer cómo lo estás llevando. ¡Felicidades por las experiencias que vendrán!
El contenido de los artículos de BienEstar allá donde vayas, son meramente orientativos. Siempre recomendaremos el asesoramiento directo y personal con un profesional en la materia.