AMAR, MI AMANTE
he regresado y,
son jardines de anémonas los días,
las casacas de guerra,
las uvas marinas,
y de cerca,
la espuma que quiere amarte; porque mi sombra ardió tierra adentro cuando me encerraron en pleno crepúsculo para que odiara tus besos,
pero…
Entre rachas de corrientes marinas, contrarias a mi dirección, arrastrándome, cegando en el barro
y hasta tirándome al suelo,
Mar, Mar, mío Mar,
no pudieron doblegarme e indefensa, caminé
hasta llegar a tu lado.
Albertine De Orleans